El 1 de abril de 2024, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y el ministro para Europa y de Asuntos Exteriores de Francia, Stéphane Séjourné, se reunieron conjuntamente con periodistas después de sus conversaciones en Beijing.

Se preguntó cómo ver la “reducción de riesgos” de China por parte de la Unión Europea (UE) y cuáles son las opiniones y expectativas de China respecto a las relaciones chino-europeas. Wang Yi dijo que China y Europa son socios estratégicos integrales, que la cooperación es la tónica predominante de las relaciones chino-europeas, y que los intereses comunes entre ambas partes superan con creces sus divergencias. En lo que va del año, se han reanudado integralmente los intercambios entre China y Europa a todos los niveles y se ha llevado a cabo plenamente la cooperación en diversos ámbitos. Europa está adquiriendo una comprensión más racional de China, y su voluntad de cooperar con China está volviéndose más fuerte. Los hechos han demostrado y seguirán demostrando que China representa una oportunidad en lugar de un riesgo y es un socio más que un rival de Europa.

Wang Yi señaló que la “reducción de riesgos” no puede apuntar contra determinados países, no puede violar las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y no debería generar expectativas negativas en la comunidad empresarial. Algunas personas perspicaces en Europa también están reflexionando y creen que desvincularse de China supone el verdadero riesgo. La posición de China sobre esta cuestión es muy clara: la apertura trae el progreso, mientras que el enclaustramiento conduce al atraso. China está flexibilizando constantemente el acceso al mercado, facilitando los flujos de datos transfronterizos e impulsando el intercambio de personal entre China y el extranjero. China no cambiará su determinación de ampliar la apertura al exterior de alto nivel y de profundizar la cooperación mutuamente beneficiosa entre China y Europa. China está dispuesta a trabajar con la parte europea como socios duraderos en la cooperación económica y comercial, socios prioritarios en la cooperación científica y tecnológica, así como socios fiables en la cooperación en cadenas industriales, de suministro y de datos. A ambas partes les incumbe adherirse conjuntamente a políticas abiertas, apoyar el libre comercio, mantener la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales y promover la recuperación económica global.